Nuestro plan de aprendizaje remoto COVID: Las Relaciones Primero
Por Meredith Liu, Cofundadora y Directora de Diseño
Este verano, les dije a nuestros líderes escolares que este año será el año más desafiante que he visto para dirigir una escuela, o espero volver a ver en mi carrera. Los líderes escolares que sobrevivan, e incluso prosperen, durante COVID-19 podrán liderar nuestro sistema educativo a través de una transformación muy necesaria.
El año pasado, junto con la mayor parte del mundo, nos vimos obligados a cerrar las puertas de nuestra escuela y atender a los estudiantes de forma remota durante los últimos cuatro meses del año. Lo que pensamos entonces podría haber sido un problema pasajero es ahora nuestra nueva realidad del día a día.
La planificación para el año escolar ha sido exigente. Hay una escasez de mejores prácticas para la instrucción virtual para niños pequeños (actualmente atendemos a estudiantes desde preescolar hasta tercer grado), lo que significa que tuvimos que crear mucho desde cero. Los desafíos de planificación se vieron agravados por la naturaleza cambiante de COVID-19. A diferencia de otras crisis y desastres que causan devastación pero luego tienen un camino de recuperación predecible, COVID-19 ha abierto un camino impredecible que resulta en una guía poco clara, y a menudo incongruente, de nuestras autoridades locales, estatales y federales sobre cómo administrar las escuelas bajo COVID-19.
Con tantas incertidumbres sobre cuándo sería seguro abrir y para quién, distribuimos nuestra energía a través de la planificación para múltiples escenarios (por ejemplo, completo en persona, parte de la escuela en persona, todos en híbrido, todos a distancia, etc.). Tenemos la suerte de tener un artista de una banda de rock, en inglés (rockstars) absolutos para hacer este pensamiento, pero la carga cognitiva y emocional de este tiempo ha sido monumental, sin mencionar el estrés de nuestras familias que necesitan y merecen respuestas. En junio, con el aporte de nuestro equipo de salud, equipo escolar y familias, decidimos abrir con un modelo híbrido y comenzamos a construir las prácticas de salud e higiene necesarias, los horarios de los estudiantes, las asignaciones de maestros y el desarrollo profesional en torno a esa decisión. Tres semanas después, las tasas de COVID en el Área de la Bahía se dispararon, particularmente en nuestra comunidad de East Palo Alto, y tuvimos que girar rápidamente y abrirnos virtualmente (una postura que mantendremos al menos hasta octubre).
A pesar de los desafíos muy reales, tenemos motivos para el optimismo. Fundamos el modelo de The Primary School sobre los pilares básicos de la salud, la atención basada en el trauma, la manutención integral del niño y la colaboración de los padres. Esos mismos ingredientes claves han demostrado ser aún más esenciales en un país en crisis, tanto por COVID-19 como por el ajuste de cuentas nacional sobre la justicia racial.
Lecciones aprendidas de la primavera
Este verano, tuvimos tiempo para reflexionar sobre nuestra incursión no planificada en el aprendizaje remoto de la primavera y refinar nuestro modelo para el otoño. Revisamos los datos de asistencia y uso de los estudiantes, solicitamos la opinión de los maestros y realizamos grupos de enfoque y entrevistas familiares.
Hemos desarrollado un plan integral de aprendizaje remoto que aborda las necesidades básicas de operar en un entorno remoto. En el corazón de nuestras lecciones centrales para comenzar bien el año está construir relaciones sólidas en cada parte de nuestra comunidad escolar.
El valor del tiempo 1: 1: a nuestros padres, maestros y estudiantes les encantó cómo el aprendizaje remoto crea oportunidades para conexiones más individuales. No sólo proporcionó información sobre las fortalezas y debilidades de un niño, sino que también profundizó la conexión y la confianza. Este otoño, nos apoyamos en esta oportunidad aumentando la cantidad de tiempo que los adultos en la escuela (maestros, personal de educación especial, paraprofesionales) interactúan con los estudiantes individualmente o en grupos pequeños (vea nuestro horario aquí). También hemos creado un programa de amigos de libros virtuales para los estudiantes, así como una amplia gama de actividades de enriquecimiento virtual para tener un adulto adicional con el que puedan conectarse semanalmente.
Fomentar la comunidad entre el personal: en el mundo remoto, la falta de "tiempo de respuesta" en persona hace que sea más difícil mantenerse sincronizado con los planes y, en particular, en momentos de estrés, puede erosionar la empatía y la gracia que los equipos necesitan para funcionar. Específicamente, notamos que nuestros niveles de grado donde la colaboración era alta antes de que comenzara el refugio en el lugar tuvieron mucho más éxito en adaptarse a un entorno remoto sin problemas. Este otoño, hemos dedicado mucho tiempo de desarrollo profesional a la formación de equipos; nuestros asesores están apoyando a los líderes de nivel de grado para construir una comunidad en sus equipos; nuestros líderes escolares han creado tiempo y espacio formales e informales para que el personal se conecte; y todos los maestros participarán en la práctica reflexiva con un médico capacitado.
Las habilidades socioemocionales son fundamentales: la construcción de habilidades socioemocionales (o lo que en The Primary School llamamos “alma”) siempre ha sido un núcleo de nuestro modelo y su primacía es aún más clara ahora. La primavera pasada, así como para un grupo específico durante todo el verano, nuestros maestros tuvieron un tiempo regular de “Alma” para mantener la conexión y la comunidad dentro y entre sus estudiantes. Continuamos y profundizamos esta práctica en todo nuestro año remoto a través de una “Unidad 0” de transición durante las primeras seis semanas de escuelas, donde tenemos bloques de alma dedicados a diario con los maestros de clase. Nuestra Unidad 0 también incluye una introducción a comportamientos saludables, incluidos los comportamientos relacionados con COVID. También pudimos comenzar el año escolar mediante la celebración de reuniones en persona y socialmente distanciadas entre todos los maestros, padres y estudiantes para establecer una conexión cara a cara antes de conectarnos.
Poderosas asociaciones de padres: las encuestas para padres y los grupos de enfoque regulares, nos ayudaron a comprender lo que los padres necesitaban para hacer que el entorno de su hogar fuera lo más propicio posible para el aprendizaje. Esto incluye asegurarnos de que las familias tengan la tecnología para tener éxito: proporcionamos dispositivos a todos los estudiantes, conectamos a las familias con los recursos locales para obtener conexiones gratuitas a Internet y realizamos “salones” de tecnología para asegurarnos de que los padres se sintieran cómodos usando la tecnología. También significó analizar dónde está su hijo ahora, particularmente en lectura, y proporcionar recursos para mejorar el desarrollo en el hogar. Nuestro equipo de padres entrenadores continúa apoyando las necesidades de los padres que se están intensificando durante esta crisis, incluidos los problemas de salud, la pérdida del empleo, la presión de la vivienda y el estrés generalizado. Nuestros Asesores de Padres brindan orientación emocional para manejar el estrés y conectan a las familias con apoyos concretos, como alimentos, vivienda, apoyos financieros y cuidado de niños.
Una mirada al futuro
Tenemos la suerte de contar con un equipo de investigación y desarrollo interno que nos ayuda a aprender rápidamente repitiendo, y a poder compartir lo que estamos aprendiendo con los demás. Utilizamos una agenda de aprendizaje para guiar nuestras preguntas de aprendizaje, tenemos ciclos de revisión de datos semanales, mensuales y trimestrales para modificar y hacer ajustes más importantes.
Si bien me ha impresionado el ingenio, el optimismo y la capacidad de recuperación de nuestro personal, las familias, los estudiantes, y la calidad de la experiencia educativa que han diseñado nuestros líderes escolares, no nos estamos engañando al pensar que eso es un sustituto de la persona que aprende todos los días. Esto es particularmente cierto, dadas las edades de nuestros estudiantes (desde preescolar hasta tercer grado) donde se sabe muy poco sobre cómo es un modelo de aprendizaje combinado efectivo, particularmente cuando el tiempo frente a la pantalla es fuertemente desanimado.
Esta no es una aventura que quisiéramos emprender, pero estamos preparados para enfrentarla, y somos optimistas de que la crisis también puede llevar a reinventar cómo repensamos muchas de las partes anticuadas del sistema escolar tradicional.
Recursos
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